El VochoPunto de Inspiración para los Artesanos
TAL VEZ EL MEJOR LUGAR PARA LOS "VOCHITOS" no sea la calle, pero si la dignidad en la memoria colectiva de los mexicanos. El carismático "vocho", que trasnformado en taxi nos sedujo con su silueta curvilínea vestido de verde y blanco, formó parte esencial del paisaje urbano y acústico de la Ciudad de México durante varias décadas. Así como podemos recordar el canto del tamalero, la voz del camotero, o la música del organillero, haciendo eco en las esquinas del centro de la ciudad, también recordamos el inconfundible doble claxon del "vochito", y el susurro ininterrumpido de su motor. Desde su llegada a nuestro país procedente de Alemania en 1954, la relación de México con el vw Sedán ha sido una larga y sólida historia de amor que aún perdura. Tristemente, en el 2003, la planta Volkswagen de Puebla dejó de fabricarlo y el último auto fue despedido entre lágrimas y mariachis entonando las tradicionales Golondrinas.
Hoy el "vocho" es una especie en peligro de extinción, aunque ya no lo vemos circular con frecuencia por las calles, aún así, el querido "vochito" se conserva en la mentadilidad colectiva de los mexicanos a través de los esfuerzos de la memoria, la narracion y el arte. El "vocho" siempre fue un carro muy versátil que permitía la personalización y la expresión propia de su dueño, siendo éste capaz de transformarlo de acuerdo a su personalidad, para crear un auto único e irrepetible que los diferenciara de todos los demás. Así como los propietarios de los autos, los artistas populares también se han apropiado del concepto del "vocho", como punto de inspiración para expresar su creactividad y talento, utilizando diferentes soportes y materiales como barro, papel, madera, ónix, concha, alambre y fibras vegetales, para lograr materializar el "alma" del viejo "vochito" en una nueva encarnación.
Cada uno de los artistas populares que participa en éste proyecto, hacé una interpretación personal de la realidad y, mediante una expresión propia del "vocho", afirma su pertenencia a una cultura, utilizando los estimulos y recursos que su mismo entorno le brinda.
TALLA EN MADERA
El desarrollo de las artes de la ebanisteria y de la talla en madera, tuvo un enorme florecimiento en México en la primera mitad del siglo XVI, al llegar los españoles con las tecnicas y modelos de los muebles vigentes en Europa. Las materias primas mexicanas no pasaron desapercibidas, y pronto los maestros de obras empezaron a utilizarlas, estos a su vez enseñaron las tecnicas hispanas a los indigenas, quienes aportaron sus conocimientos en el tratamiento de las maderas locales y sus modos decorativos. Actualmente maestros artesanos en Ixmiquilpan, Hidalgo, trabajan la talla en madera de enebro con incrustaciones de concha de abulón traída de Baja California, para crear objetos decorativos y utilitarios. El Vocho "Arte Joya" elaborado por Mario Jahuey y Maria Elena García Simón, ponen en manifiesto su maestría en la talla, y el dominio de la técnica de la incrustación.
